Los días de arresto
El juez le dice al acusado dándole el veredicto:
-Lo condeno a 30 días de cárcel
-Ok. ¿Y las noches dónde las paso?
El juez le dice al acusado dándole el veredicto:
-Lo condeno a 30 días de cárcel
-Ok. ¿Y las noches dónde las paso?
El juez se para frente al acusado en presencia de su abogado y le dice:
-¿Ahora si siente el peso de la ley?
-Si. ¡Ahora si siento el peso de la ley!
-¿Se va a arrepentir?
-¡No! ¡Es que me esta pisando señor juez!
El abogado le pregunta a GayoTapao:
-¿Usted por qué está aquí?
-Señor abogado, ¡yo estoy aquí preso por una cosa que no hice!
–¿Y qué no hizo?
–¡Una consignación!
Decía GayoTapao:
Si se lo robo a la fuerza se enoja, si la amarro también, ¡si la duermo con cloroformo peor! ¡Ya no sé cómo darle un beso a la Rocío!
Le dice el acusado al señor juez:
-Señor Juez si amar es un pecado, ¡me declaro culpable!
-Cállese que Usted esta acá por manejar borracho!
Ante la evidencia del delito el juez le pregunta al acusado:
-¿Mató usted a la víctima?
-No señor juez.
-Le recuerdo que está usted bajo juramento, ¿Sabe cuál es la pena por perjurio?
-Sí, ¡Pero es que es mucho menor que por asesinato!
El fiscal acusa al sospechoso. Con tono vehemente le sentencia:
-Se le acusa de haber ahorcado a su madre; decapitado a su padre; descuartizado a sus hermanos; incinerado a su tía y haber envenenado al gato… ¿Acaso usted no calculó el daño que estaba haciendo?»
-¡No, señor fiscal, !Yo siempre fui tan malo para las matemáticas!
El policía detiene a GayoTapao pues se ha robado un pescado en el supermercado. GayoTapao se defiende:
-¡La culpa es del letrero señor agente!
-¿Cuál letrero?
-Del que estaba puesto encima del pescado
-¿Y qué decía ése letrero?
-Decía: «Róbalo»
Goyo y su esposa caminan por la calle de Barranquilla. En la oscuridad de la calle les sale un asaltante que le pone un cuchillo a la mujer en el cuello mientras le dice:
-Dame la cartera o la degollo!
La señora dice entonces:
-¡Goyo! ¡Dale la cartera al señor!
El asaltante le sale al encuentro a la señora con una pistola falsa:
-¡Quieta ahí señora! ¡Déme la cartera o le disparo!
La señora se da cuenta que la pistola es falsa así que le dice:
-¡Pero esa pistola es de agua!
-¡Ah bueno! ¡Entonces deme la cartera o la mojo!
Un amigo le pregunta a GayoTapao quien viene caminando por al calle:
-GayoTapao, ¿de dónde viene?
-Ñe! vengo de donde el médico que me ha quitado las ganas de fumar.
-Pero yo lo veo fumando.
-¡Ah si! ¡pero sin ganas!
GayoTapao está parado en una autopista de los Estados Unidos. Se detiene un auto cerca a él, se baja la ventanilla y una señora muy gorda asoma la cabeza para preguntarle en un tono medio agringado al indigente:
-Señor, disculpe, ¿Cuánto me hace falta para llegar a Búfalo?
GayoTapao la analiza y luego le dice:
-Yo creo que por ahí unos ocho kilos!