Libros contra la pereza
Celio entra caminando muy despacio a la librería. Al llegar frente al dependiente pregunta:
-Señor, hágame un favor, ¿tiene libros contra la pereza?
-Si señor, al fondo del pasillo.
-¡Ay! ¿no tiene unos más cerquita?
Celio entra caminando muy despacio a la librería. Al llegar frente al dependiente pregunta:
-Señor, hágame un favor, ¿tiene libros contra la pereza?
-Si señor, al fondo del pasillo.
-¡Ay! ¿no tiene unos más cerquita?
Un muchacho publicó este aviso en el periódico en medio del desespero de su situación:
Hace 5 años que estoy desempleado y subsistiendo gracias a mi mamá que por suerte tiene dos trabajos, pero en realidad es que hoy no nos alcanza el dinero, así que si saben de algo me avisan. Tiene que ser por la noche que es el único turno libre que le queda a mi mami. ¡Gracias amigos!
Un empleado le lee a Celio un memorando de la gerencia que acaba de llegar:
-Uy Celio! En este memorando dice que el viernes lo van a despedir a usted del trabajo!
-¿Y para eso me despertó? Es lunes, faltan cinco días!
Llega Celio a una fabrica buscando trabajo y el gerente le dice:
-Lo que pasa es que aquí hay poco trabajo.
-¡Justo es eso lo que ando buscando!
Al entrar a la habitación de la luna de miel la esposa le pregunta a Celio
-¿Eres bueno en la cama?
-Muy bueno mi amor! Duermo 12 horas todas las noches!
Pensando en contratarlo el posible jefe le dice a Celio…
-Le pagaré 500 mil pesos, pero en unos 3 meses ya estará ganando 800 mil.
–Bueno, ¡Vengo dentro de tres meses!
En una pelea un hombre le dice a Celio:
-¡Eres un vago!
-¡Venga hasta acá y dígamelo en la cara!
-La gente cada vez lee menos.
-¿Y cómo lo sabes Celio?
-Lo escuché por la radio.
Celio llega a la librería..
-Buenas, ¿Tiene libros contra la pereza?
-Si señor, al fondo del pasillo.
-¡Uy! ¿Y no tienen uno que esté más cerquita?
-Mi papá ya no está trabajando.
-¿Empezaste a trabajar y le ayudas Celio?
–No. ¡Le empeñé la herramienta!
-Yo siempre me levanto a las 3.
-¿Y como lo haces Celio?
-Pues digo: ¡A la una, a las dos y a las tres! ¡Y me levanto!
-Celio, ¿Qué hace durmiendo en la oficina?
-La culpa es del computador, me dijo: “cierre las pestañas” ¡Y me quedé dormido!