Chistes buenos

Falta de inteligencia de un padre

La hija le pregunta a la mamá:
-¿Mamá? ¿por qué te casaste con mi papá?
-¡Porque lo creía inteligente!
Luego la niña le pregunta al papá:
-Papá, ¿por qué te casaste con mamá?
-Por eso mismo hija, ¡porque no soy inteligente!

El león atrevido

Corriendo el niño le dice al papá que lee tranquilamente el periódico en la sala:
-Papá! ¡un león se metió a la habitación de mi mamá!
El papá sin inmutarse le dice al hijo:
-No te preocupes hijo, ¡Los leones saben como defenderse!

Cómo evitar la gente odiosa

-Una forma de ser feliz es ignorar a la gente odiosa.
-¡Qué buena frase! ¿de quién es?
-¡Hacer como si no existiesen!
-Ya, ¿de quién es?
-¡Y vivir sin ponerles atención!

Competencia entre amigos

–Me da risa la gente competitiva.
–Sí. A mí también.
–Jaja.
–¡Jajaja!
–¡Jajajaja!
–¡Jajajajaja!
–¡Jajajajajaja!
–¡Jajajajajajaja!

La mejor vendedora

Doña Inquina y doña ponzoña se encuentran. Inquina, queriendo generar en Ponzoña algo de envidia le dice:
-¡Estoy trabajando como especialista de mercadotecnia pública con énfasis en distribución aleatoria de productos de imagen cosmetológica pública consultados en magazines impresos de valores variados en especializado catálogo!
Inquina le dice:
-¿Estás vendiendo Yanbal cierto?
-¡Si!

La amenaza del cobrador

Estaba cansado de perseguir a Gallo Tapa’o para que le pagara una deuda que tenía, así que aquel día se lo encontró y le dijo muy enfadado:
-¡Gallo Tapao si no me paga el cheque se lo voy a pasar al juzgado!
Gallo Tapao responde descaradamente:
-¡Páselo!, ¡yo allá tampoco tengo cuenta!

Ignorancia, indiferencia o intolerancia

Dos «amigas» de esas que se odian más que quererse hablan:
-Oye, ¿a ti que te molesta más? ¿la ignorancia, la indiferencia o la intolerancia?
-Mira: ni lo sé, ni me importa; además me parece una pregunta estúpida!

Ir a la convención

Dice el hombre levantándose y dispuesto a salir a sus amigos de la mesa:
-Perdonen que me vaya pero es que tengo una convención esta noche.
Todos le dicen que no entienden así que él aclara:
–Si, ¡tengo que convencer a mi mujer que me deje salir esta noche!

Un abogado llegando al cielo

Cosa rara. Llegó un abogado a las puertas del cielo. San Pedro lo recibe en la puerta y nota la actitud inquisitiva del abogado.
-¿Quién eres?
-Y tú, ¿Quién eres para preguntarme?
-Soy San Pedro, la mano derecha de Dios en este lugar.
-¿Ah si? ¿Tienes contrato de trabajo?
San Pedro se queda pensando y decide llamar a Jesús
-¡Espera! Jesús ven, el de afuera me pide contrato de trabajo.
Jesús sale a la puerta y pregunta:
-¿Quién es?
-¡No sé, solo sé que es un abogado!
Se presenta Jesús ante el abogado quien le pregunta displicente:
–¿Usted quién es?
–Soy Jesús el hijo de Dios.
-¿Hijo de Dios? ¿Y en dónde está la  partida de nacimiento?
Jesús duda un rato y decide preguntarle a María desde la puerta:
-¡María! ven un momento a atender a este abogado que hace preguntas aquí en la puerta del cielo!
Sale María y el abogado vuelve a preguntar:
-Y tú, ¿Quién eres mujer?
-Soy María, la madre de la naturaleza humana de Jesús.
-¿Ah si? Muéstrame el acta de matrimonio con Dios,
María duda un rato y decide llamar a Dios.
-Dios, ven a ver al abogado que está en la puerta! 
Sale Dios y pregunta:
-¿Qué quieres?
-¡Entrar! ¿Y tú? ¿Quién eres?
-Soy Dios, el dueño de todo esto.
–¿Ah si? Y ¿Tienes el contrato de compra y venta?

El abogado en el avión

A un avión se le averió un motor en pleno vuelo, así que el piloto ordenó a la tripulación hacer que los pasajeros se abrocharan los cinturones y se prepararan para un aterrizaje forzoso. Dejó pasar unos minutos y preguntó a una azafata si ya estaban todos listos. Esta respondió:
-Sí, todos, ¡Menos un abogado que sigue repartiendo sus tarjetas!