-¡Mesero!, ¡una mosca!
-¡Ya se la llevo señor!
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-¡Mesero!, ¡una mosca!
-¡Ya se la llevo señor!
Fanfarroneando el mesero le dice al cliente en el restaurante:
-Señor, los cubiertos son del siglo XIV.
Irónico el cliente responde:
-Y por lo que veo, ¡el bistec también!
-¡Su carne tiene hormonas mesero!
-¿Cómo lo sabe señor?
-¡Señorita!!
—Mesero, ¡hay dos moscas en mi sopa!
—¡Es happy hour señor¡
—¡Ah! Ok.
-Aquí está el almuerzo que pidió.
-¡Pero deberían mejorar la presentación!
-Atención señoras y señores asistentes a este restaurante… con ustedes… el almuerzo de este señor.
TODO EL RESTAURANTE SE PONE DE PIE, FESTONES Y FANFARRIA. ¿así está bien?
El dueño del restaurante ha bajado la persiana a la mitad de la entrada porque ya es tarde. Un posible cliente se asoma por debajo de la persiana y pregunta:
-Disculpa, ¿Ya están cerrando?
A lo que el dueño contesta con cierta sorna:
-¡No! ¡Es que a partir de este momento solo dejamos entrar cliente de 70 centímetros!
-Mesero, ¿me puede hacer un poco más el filete?
-¡Hola amiguito! ¡soy tu amigo el filete!
-¡Muchas gracias!
-Mesero, quiero una ensalada de berros, rábanos, pepinos cocombros, rodajas de cebolla, acelgas y lechugas aderezadas con champiñones, cilantro y perejil.
-Señorita, ¡en la parte de atrás del restaurante tenemos un jardín donde usted puede pastar tranquilamente a sus anchas mientras los demás comen normalmente aquí dentro!