Chistes para niños

Chistes de gatos en qué se parecen…

¿En qué se parece un gato a una escopeta?
¡En que los dos tienen gatillo!

¿En qué se parecen los borrachos y los gatos? 
En que nadie sabe como, ¡pero siempre regresan a casa!

-Cuál es el animal que es doblemente animal?
-El gato, porque es gato y «araña»

¿Cómo hacen los gatos?

-¡Mami! ¿Los pollos maúllan?
-No hijo, los pollos no maúllan.
-Entonces,  ¡el gato esta en el horno!

La curiosidad mató al gato

No para de hacer preguntas el niño Benito, una tras otra, sin parar, hasta que su mamá bastante cansada del niño le grita:
-¡Ya Benito! ¡Basta! No quiero que hagas más preguntas! recuerda, ¡la curiosidad mató al gato!
-Mami…
-¿Hum?
-¿Y qué era lo que quería el gato?

¿Cómo se llama el que ayuda a los pobres?

La profesora le pregunta a Benito:
-Benito, ¿Cómo se dice bien en inglés?
-Profesora: “good”
– Correcto, ¿Y el que ayuda a los pobres y hace el bien?
-¡Robin good!

¿De dónde vienen los bebés?

Rumualdo le dice a Benito:
-Benito, yo ya sé por donde vienen los niños al mundo.
-¿Por dónde Rumualdo?
-¡Los trae la cigüeña!
-¡No sea mentiroso!… ¡Yo si sé!
-¿De dónde Benito?
-¡Se bajan por Internet!

Chiste del gato

Le preguntan a Benito:
-Benito ¿Por qué te dicen gato?
-No sé, ¡miaauu-buelita me lo puso!

Perros que muerden

La mujer, algo gordita, camina por el parque con su enorme perro. Benito al verla venir le pregunta:
-Señora, ¿muerde?
La señora amablemente le contesta:
-No.
-¿Y el perro?

Cómo se dice…

Benito le dice a su mamá:
-Mamá, mamá, tírame sopa en mi plato.
La mamá le reconviene:
-Benito, no se dice tírame, ¡se dice sírveme!
En la noche el niño vuelve a cometer el mismo error y le dice a la mamá:
-Mamá, mamá tírame la milanesa.
-Ya te dije Benito, no se dice tírame, ¡se dice sírveme!
En la noche Benito llega corriendo muy preocupado y le dice a su mamá:
-¡Mamá! ¡mamá! ¡Mi hermanito se sirvió por la ventana!

¿Qué hora es?

-Mamá, ¿Qué hora es cuando el reloj da 5 campanadas?
-La hora sería las cinco.
-¿Y si dan 10 campanadas?
-La hora son las diez hijito.
-¿Y si dan 12 campanadas?
-La hora son las doce, hijo.
-¿Y si dan 14 campanadas?
-Entonces, ¡sería hora de mandarlo a arreglar!