Chistes de deudas

Deudores descarados

Le debía plata hace un tiempo así que en plena calle lo increpó:
-¡Oiga! ¡Hoy cumple un año la deuda!
El descarado solo le cantó:
-¡Happy Birthday To You!

Estacionar donde no debe

Llegó al banco y estacionó en el lugar del gerente, así que el guarda de seguridad del banco le dijo:
-Señor, ¡Parqueó donde no debe!
El hombre mirándolo con tristeza le respondió:
-No señor, !Si aquí es donde más debo!

El cobro post mortem

Están en el entierro de su amigo. Los tres amigos están compungidos por el dolor que esto les suscita. El primero siente que debe pagar la deuda que en vida tenía con el finado así que saca un billete de veinte mil pesos y lo deposita dentro del ataúd junto a la mano del cadáver. El segundo de los amigos al ver lo mismo siente un sentimiento parecido así que decide tomar un billete de cincuenta mil pesos y ponerlo dentro de la caja mortuoria al lado de la mano de su amigo muerto. El tercero, que era el más vivo del grupo dice:
-Yo también voy a pagarle la deuda que tenía con mi amigo. Le debía treinta miel pesos.
Pero en vez de poner billetes saca un cheque que hace por cien mil pesos, retira los setenta mil que sus amigos han puesto antes y pone entre las manos del muerto el cheque por cien mil. Los amigos se admiran de la viveza del hombre pero no pueden hacer nada.
A los pocos días el hombre sufrió un infarto al enterarse que el cheque había sido cobrado. 
Es que el dueño de la funeraria era un paisa.

Una deuda y otra deuda

Cansado de sus deudas Pablo Remalas decide suicidarse. Se sube al edificio más alto de la ciudad y cuando está a punto de tirarse un hombre se lanza sobre él y se lo impide mientras le dice:
-Me debe la vida.
A lo que contesta Pablo llorando:
-!Ay Dios mío! ¡Otra deuda más!

¿Por qué no?

Benito le pregunta a su papá:
-Papá ¿Por qué no fuimos a Cartagena este fin de año?
-Porque tenemos que pensar en las deudas.
-¿Y no podemos pensar a orilla del mar?

Irrompibles

En plena vía pública Pablo Remalas pide limosna.
Un amigo al reconocerlo le pregunta preocupado…
-Pablo, ¿por qué está pidiendo limosna? ¿Qué pasó con su fábrica de vasos irrompibles?
–Se quebró!
–Uy! ¡Entonces no eran irrompibles!

¿Navidad?

Golpean a la puerta de la casa de Pablo Remalas… ¡Toc, toc!
-¿Quién es?
-Santa
-¿Santa!? ¿Me llegó la navidad?
-Santa-ander, Banco Santander, ¡venimos a embargarlo!