El dueño del restaurante ha bajado la persiana a la mitad de la entrada porque ya es tarde. Un posible cliente se asoma por debajo de la persiana y pregunta:
-Disculpa, ¿Ya están cerrando?
A lo que el dueño contesta con cierta sorna:
-¡No! ¡Es que a partir de este momento solo dejamos entrar cliente de 70 centímetros!
Cinco deseos…
Pablo Remalas se encuentra con el genio del lámpara quien generosamente le dice:
-¡Te concederé cinco deseos!
Pablo admirado le dice:
-¡Uy! ¿pero acaso usted concede solo tres deseos?
El genio contesta en tono de lástima:
-Si, ¡pero es que yo a usted lo veo muy “lleva’o!