Entrando el borracho a su casa la mujer le increpa:
-¿De dónde viene el señor?
-Según Darwin, ¡del mono!
¿Araña el gato?
Benito viene por la calle con su gato. La vecina, queriendo saber cuán peligroso era el animal le pregunta al niño:
-¿Araña?
A lo que el niño responde:
-Araña no vieja tonta… ¡gato!