-Hola soy César Millan, el encantador de perros.
-¡Encantado!
-¡Oh! ¡pero qué poder el que tengo!
¿Araña el gato?
Benito viene por la calle con su gato. La vecina, queriendo saber cuán peligroso era el animal le pregunta al niño:
-¿Araña?
A lo que el niño responde:
-Araña no vieja tonta… ¡gato!






