Que una vez entró un calvo a una peluquería y dijo:
-¡Uy! ¡Perdón!
¿Cómo está el marido?
La esposa muy preocupada le pregunta al forense:
-Doctor, doctor ¿cómo está mi esposo? ¿Puedo entrar a verlo?
-No. No le conviene entrar así resfriada, ¡hace demasiado frío en la morgue!