En clase de español la maestra le pregunta a Benito:
-Benito, ¿Usted que haría si siendo el capitán de un barco se le presenta una tormenta?
-Señorita, yo tiro el ancla.
-Si. Pero digamos que se presenta otra tormenta!
-Pues… yo tiro el ancla!
-Pero ¡Se presenta otra tormenta!
-ahh!… yo tiro el ancla!
-¿Pero y si se presenta otra tormenta?
-Yo tiro el ancla!
-Bueno, ¿Usted de dónde saca tantas anclas?
-Pues, ¡De donde usted saca tantas tormentas!
Véte y no peques más
La dulce niña escuchó atenta la predicación dominical donde Jesús le dice a la pecadora mujer “¡véte y no peques más!” Eso la conmovió tanto que se quedó pensando en las Palabras que dijo el nazareno al perdonar a aquella mujer.
En la noche, cuando intentaba dormir, un zancudo entró por la ventana y se posó en el brazo de la dulce niña que al verlo picándola decidió matarlo de una palmada, pero algo la detuvo. Recordó la predicación, así que solo sopló suavemente sobre el mosquito y mientras este se alejaba le dijo:
-Vete! ¡Y no piques más!







