Un grupo armado secuestran a un borracho creyéndolo un millonario. El borracho se niega a decir quien es (parece que ni eso recuerda) así que deciden meterle la cabeza a una caneca llena de agua y sacarlo cada tanto para torturarlo hasta que hable:
-Díganos, ¿Quién es usted?
-Díganme ustedes. Acaso, ¿No me están bautizando?
De malas en el amor, de buenas en el juego
-Te amo.
-!Te amo!
-No, yo te amo más.
-No, !yo te amo más!
-Ay, qué ridículo es jugar con el eco.
-¡Ay, qué ridículo es jugar con el eco!