-Compadre, anoche estabas muy borracho.
-No creo que tanto como usted lo dice compadrito
-Como que no compadre. Con decirle que un carro lo atropelló y el que se dio a la fuga fue usted!
No somos nada
La señora llora frente al ataúd del muerto y queriendo dar a entender la vida tan volátil del ser humano exclama..
-¡No somos nada!
El borracho de al lado le dice:
-¿Señora si no son nada a qué vino? ¡yo por lo menos soy vecino!