Una vez iba el señor oso por el camino del bosque dando una caminata. De pronto se encontró con el conejo quien le preguntó:
-Señor oso, ¿es verdad que usted tiene una lista de sus víctimas?
-¡Sí, es verdad!-contestó el oso
–¿Y en esa lista estoy yo?- preguntó el conejo.
-¡Sí! ¡en esa lista estás tú!- contestó resuelto el oso.
–¿Entonces me vas a comer?- Nuevamente preguntó muy tímido el conejo.
-¡Si te voy a comer!
Fue entonces cuando el oso se comió al conejo.
Siguió caminando por el bosque el señor oso cuando se encontró con el señor burro. El señor burro le preguntó al señor oso:
-Señor oso, ¿es verdad que usted tiene una lista de sus víctimas?
-¡Si es cierto!- respondió el señor oso-
–¿Y en esa lista estoy yo?- preguntó con miedo el señor burro.
-¡Si en esa lista estás tú!- contestó el señor oso.
–¿Y entonces me vas a comer?- preguntó el señor burro aún con más miedo.
-¡Si te voy a comer!- respondió el señor oso y se comió al señor burro.
Continuó por el sendero el señor oso hasta que se encontró con la señora jirafa quien al verlo se asustó mucho. La señora jirafa entonces le preguntó:
-Señor oso, ¿es verdad que usted tiene una lista de sus víctimas?
-¡Si, es verdad!- respondió el señor oso mientras se tragaba deseoso su saliva.
–¿Y en esa lista estoy yo?- preguntó con mucho miedo la señora jirafa.
-¡Si en esa lista estás tú!- contestó el oso mientras se saboreaba.
–¿Y entonces me vas a borrar de esa lista?-Preguntó con más miedo la señora jirafa.
-¡Si te voy a borrar!- respondió el señor oso. ¡Y la borró!
Fin del chiste.