La dulce niña le pide a su papá jugar un ratito a las preguntas:
-A ver papi, pregúntame si soy una jirafa.
-Oh Juanita, ¿eres una jirafa?
-Si papi, ¡soy una jirafa! Ahora pregúntame si soy una coneja.
-Oh Juanita, ¿eres una coneja?
-Tan bobo papi, ¡te acabo de decir que soy una jirafa!
Véte y no peques más
La dulce niña escuchó atenta la predicación dominical donde Jesús le dice a la pecadora mujer “¡véte y no peques más!” Eso la conmovió tanto que se quedó pensando en las Palabras que dijo el nazareno al perdonar a aquella mujer.
En la noche, cuando intentaba dormir, un zancudo entró por la ventana y se posó en el brazo de la dulce niña que al verlo picándola decidió matarlo de una palmada, pero algo la detuvo. Recordó la predicación, así que solo sopló suavemente sobre el mosquito y mientras este se alejaba le dijo:
-Vete! ¡Y no piques más!