Adán está poniéndole nombre a los animales así como se lo ordenó Dios. Al llegar al animal orejudo le dice:
-Tú te llamarás burro.
-¿Cómo?
-¡Burro!
-¿Cómo?
-¡Burro!
Adán continúa poniéndole nombre a los animales del Edén. A las dos horas cuando regresa el animal le pregunta nuevamente:
-Disculpe don Adan, ¿cómo fue que m dijo que yo me llamaba?
-¡Burro!
-¿Cómo?
-¡BURRO!… ¡IDIOTA!
-Ay don Adán, no me lo aprendí solo, ¡mucho menos ahora que le puso apellido!
La yegua del hipódromo
La esposa le dice muy enojada a su marido:
-¡Anoche en sueños llamabas a una tal Celina!
El hombre turbado no haya que responder. Se siente descubierto así que con rapidez mental le dice a su esposa:
-ehhh… ¡esa es una yegua del hipódromo a la que le aposté un dinero!
La mujer acepta la explicación y se tranquiliza. El marido sale a trabajar y al regresar en la noche su mujer está montada en cólera. Al verla tan enojada el marido le pregunta qué pasa:
-¡Pues que la “yegua” del hipódromo no ha parado de llamar por teléfono todo el día preguntando por usted!