El economista entró al restaurante y ordenó un plato de verduras para almorzar. El mesero le pregunta:
-¿Algo más caballero?
-Si, ¡Tráigame la lista de precios para entretenerme un rato leyendo!
Ya escribiendo
Llegó Benito contento del colegio, va donde está su papá y le dice:
-Papi estoy feliz, ¡ya aprendí a escribir!
-Qué bueno hijo! A ver, escribe algo…
El niño toma un papel y un lápiz y escribe unos garabatos sin sentido. Papá entonces le dice:
-Ahora lee lo que escribiste
A lo que responde el niño:
-¡Que pena papi pero yo aprendí a escribir no a leer!