Con su finísimo automóvil Porsche llega el orondo jefe a la empresa. El celador de la puerta que gana el misero sueldo mínimo le dice:
-¡Uy jefe! ¡Qué carrazo se ha comprado!
-Gracias Bermúdez. ¡Y si usted trabaja duro este año el próximo que me compre va a ser mejor!
El término de la carne
Le pregunta el mesero del restaurante al cliente que recién acaba de terminar de almorzar:
-¿Qué tal encontró usted la carne?
-La encontré de pura casualidad, ¡estaba debajo de un frijol!