-Me sentía tan jorobado como un anciano de cien años, hasta que vi el doctor Domínguez. ¡que maravilla ese doctor!
-¿Y qué te recomendó Tanainas?
-¡Que no me volviera a abotonar el botón de la bragueta al ojal del cuello de la camisa!
no sabe donde estoy
-¡Mamá mamá, en la escuela se burlan de mí porque soy ciego!
-Jajajaja, ¡qué bobo! ¡estoy atrás de ti!