Tienen visita a cenar en la casa de Benito. En medio de la comida Benito le dice a la mamá:
-Mami, ¡quiero ir al baño a mear!
Al irse la visita la mamá lo reconviene por la manera como se ha expresado.
-Benito, la próxima vez que quieras ir a orinar no quiero que hables como esta noche. Si quieres ir a orinar debes decir: «mamá quiero silbar» y yo entenderé y te llevaré al baño.
En la noche Benito está durmiendo con los papás. Le dan ganas de hacer pipí, así que se levanta y le dice a su papá:
-Papi, ¡quiero silbar!
El papá le dice entre dormido:
-Benito, ¡sílbale a tu mamá en el oído!
Para descubrir si roncas
Cansado de las continuas quejas de su esposa por los ronquidos decidió poner una grabadora a escondidas para confirmar si era cierto lo que su atribulada mujer le contaba: que sus ronquidos eran demasiado fuertes. Puso la grabadora en la mesa de noche sin que su esposa se diera cuenta y al día siguiente al despertar lo primero que hizo fue escuchar la grabación y efectivamente, oyó los enormes decibeles de su ronquido… y también la voz casi silenciosa de su esposa que le decía a alguien: «¡Siga, siga que está dormido!»