Todos los días el bobo tanainas entraba a preguntar a la tienda:
-¿Señor tiene cigarrillos sueltos? (o sea por unidad)
Muy respetuoso el tendero le aclaraba a tanainas que no, pero el bobo todos los días acudía a la tienda a hacer la misma pregunta:
-Señor, ¿será que hoy si tiene cigarrillos sueltos?
Como el tendero ya estaba cansado de la misma pregunta todos los días, decide destapar un paquete y venderle por unidad. Aquel día desde la puerta el bobo vuelve a preguntar:
-Señor, ¿tiene cigarrillos sueltos?
El tendero le pone los cigarrillos por unidad desparramados en la vitrina y le dice:
-Si hay Tanainas, ¿cuántos quiere?
A lo que el bobo responde:
-¡Me hace el favor y me vende veinte!
Amistad hasta la muerte
El campesino pasa por el establo y ve que su caballo está bajo de ánimo para trabajar y seguir viviendo, de hecho, ya lleva varios días así. El campesino cansado de esta situación le dice a su esposa:
-¡Si este caballo no levanta ánimo y sigue así de desganado lo vamos a matar y vendemos la carne al circo para que coman los leones!
El caballo está tan desmotivado para vivir que parece no importarle, pero su amigo el cerdo, que siempre ha sido muy optimista, (de hecho daba seminarios de coaching y actitud positiva a todos los animales de la granja) empieza motivar al caballo a todo momento. No para de hablarle de llenarlo de ganas de vivir, de mostrarle lo bella que el a vida hasta que luego de mucho esfuerzo por fin logra levantar el ánimo del equino que se levanta el lunes dispuesto a trabajar con buen ánimo. El granjero al verlo así le dice a su esposa:
-¡Mira mija! ¡Qué bueno que el caballo ya levantó el ánimo! ¡Ya no necesitamos matarlo! ¡Hagamos una comida y matemos al cerdo para celebrar!