La profesora veía a Benito cada vez más flaco y sin ánimo de estudiar así que un día decidió preguntarle:
-Benito, ¿Qué comen en tu casa?
-Carne de langosta profesora.
-No entiendo Benito, se supone la carne de langosta alimenta, y tú, cada vez me llegas más flaco y demacrado.
-No me entiende profesora, comemos carne de «la-angosta» ¡porque si fuera de la gruesa no alcanzaría para todos!
Es-pera
Le parecía bastante raro a la novia de Tanainas que siempre la invitara a comer pera. Nunca a otra cosa que no fuera pera. Así que un día la muchacha le pregunta:
-Tanainas, ¿por qué siempre me invitas a comer solo pera?
A lo que el bobo responde muy seguro:
-Acaso no escuchastes la predicación del pastor el otro día que dijo: El verdadero amor, «es-pera!»