Siempre iba a la iglesia Pablo Remalas para ver si Dios se apiadaba de él y le quitaba la mala suerte. Solo que al salir de la iglesia siempre pasaba una paloma y lo poposeaba justo en la frente. No había día ni misa en que una paloma no lo ensuciara con su popó.
Un día justo saliendo de la iglesia se sucede un terremoto y le cae una piedra en la cabeza a Pablo que sobándose mira para arriba y pregunta:
-¡Dios mío! ¡¿Qué fue lo que comió esa paloma?!
La mejor vendedora
Doña Inquina y doña ponzoña se encuentran. Inquina, queriendo generar en Ponzoña algo de envidia le dice:
-¡Estoy trabajando como especialista de mercadotecnia pública con énfasis en distribución aleatoria de productos de imagen cosmetológica pública consultados en magazines impresos de valores variados en especializado catálogo!
Inquina le dice:
-¿Estás vendiendo Yanbal cierto?
-¡Si!