La anciana le pregunta a su hija por el lugar en el que en este final de año pasarán vacaciones con su familia. La hija le comenta:
-Mamá aún no sabemos a dónde iremos. No nos hemos puesto de acuerdo con mi esposo y los chicos, pero creo que nos inclinamos por un lugar solitario, silencioso y donde casi nunca hayan visitantes.
La abuela responde:
-¡Ah bueno hija! Pues entonces, ¡Vénganse para mi casa!
No comer sin ensalada
El cliente se sentó en la mesa del restaurante y ordenó un bistec a caballo. El mesero le pregunta:
-¿Y la ensalada?
-¿Ensalada? No. Yo no quiero ensalada, tráigame el bistec.
-¡Lo siento señor pero tiene que comer ensalada!
-¡Pero es que no me gusta la ensalada, la verdura nunca ha sido mi preferida!
-Pues, si no hay ensalada… ¡no hay bistec!
El cliente al ver la intransigencia del mesero, como tiene tanta hambre y no desea ir a buscar otro restaurante le acepta que traiga primero la ensalada.
Pasaron más o menos quince minutos. El cliente está mas hambriento y ya malhumorado, así que llama al mesero.
-Mesero.. ¿Por qué se demora tanto? ¿Mi ensalada?
-¡Qué pena señor pero fue que se nos acabó la ensalada!