Un señor fue a una tienda en un barrio chino y vio que están vendiendo un ratón de oro. La curiosidad lo asota así que pregunta:
-¿Y ese ratón de oro para qué es?
El chino que atiende le aclara:
-Eso es de una leyenda antigua y la historia es muy larga. Si lo compra hay que comprar también la historia.
El hombre hace caso omiso y solo compra el ratón dejando de lado la historia del misterio que rodea aquel roedor de oro.
Al salir de la tienda se da cuenta que muchos ratones empiezan a perseguirlo, maneja por la autopista y al llegar a su casa, ésta se llenó rápidamente de ratones. Preocupado, el tipo salió a caminar, seguido por todos los ratones que no paran de perseguirlo así que busca la playa y tira el ratón de oro al mar, los ratones se lanzan también al océano muriendo todos ahogados.
Dos horas más tarde el hombre entra de nuevo a la tienda del barrio chino, el hombre que lo atendió le pregunta:
-¿Vino por la historia, no?
-No. ¡Vine a ver si tiene un abogado de oro!