-¿Qué queremos?
-¡Que nuestras esposas dejen de llamarnos indecisos!
-¿Cuándo lo queremos?
-¡No sé! ¡dime tú!
Para descubrir si roncas
Cansado de las continuas quejas de su esposa por los ronquidos decidió poner una grabadora a escondidas para confirmar si era cierto lo que su atribulada mujer le contaba: que sus ronquidos eran demasiado fuertes. Puso la grabadora en la mesa de noche sin que su esposa se diera cuenta y al día siguiente al despertar lo primero que hizo fue escuchar la grabación y efectivamente, oyó los enormes decibeles de su ronquido… y también la voz casi silenciosa de su esposa que le decía a alguien: «¡Siga, siga que está dormido!»






