El hombre golpea a la puerta de la finca de Tanainas. El bobo abre la puerta:
-Caballero disculpe que lo interrumpa. ¡Es que, acabo de atropellar a su gallo con mi camioneta!
-Ay no me diga eso que ese era el que me despertaba cuando cantaba a las cuatro de la mañana.
-Si, pero vengo a decirle que yo lo reemplazaré.
-¡Ah bueno! ¡Entonces lo espero mañana a las cuatro de la mañana!
Una conversación imprudente
-¡Uis! ¡qué niño tan feo!
-No es niño, es niña, ¡y es mi hija!
-Disculpa, ¡no sabía que eras el padre!
-No soy el padre, ¡soy la madre!
-¡Ah si! te vi embarazada la última vez, ¡tenías una barriga enorme!
-¡Es adoptada!
-¡Chao! ¡mejor me voy!