-¿Cómo hiciste para adelgazar?
-Pues con garbanzos.
-Garbanzos? ¡pero esos engordan!
-No entiendes. ¡Yo riego un kilo por el piso y me pongo a recogerlos uno a uno!
¡Un pedo por favor!
En la habitación en la luna de miel, la atribulada mujer le dice a su esposo:
-Amor, ¡Tírate un pedo!
-¿Y para qué?
-¡Es que quiero que se vaya ese olor a pecueca!