El pediatra se frotó las manos y le dijo a su esposa muy entusiasmado:
-¡Dos sarampiones mas y terminamos con las cuotas del carro!
Haciendo el filete
-Mesero, ¿me puede hacer un poco más el filete?
-¡Hola amiguito! ¡soy tu amigo el filete!
-¡Muchas gracias!






