La señora, de esas enchapadas a la antigua que no cree en el desarrollo de la ciencia, le dice a su médico:
-Doctor, no quiero vacunar a mi niño, pero tampoco quiero que se enferme. ¿Qué me recomienda?
-¡Qué no se encariñe con el niño señora!
El número…
-Benito, ¿cuántos novios tiene tu hermana?
–¡No sé!, ¡porque yo solo sé contar hasta 20!