Va manejando y de pronto otro hombre lo cierra con su automóvil. El infractor se va dando tumbos de lado a lado por la carretera. Decide darle alcance para increparle su manera de conducir. Le da alcance y más adelante y le grita por la ventanilla:
-¡Aprenda a conducir imbécil!
A lo que el otro contesta asustado:
-¡Eso estoy haciendo desgraciado!
El por qué…
-Mamá, mamá! ¿Por qué mi papá está tan morado?
-¡Cállate y sigue apretando el lazo!