El bobo Tanainas entraba todos los días a la cafetería y preguntaba:
-Señor buenas, ¿tiene café frío?
A lo que el paciente panadero contestaba:
-No Tanainas, solo hay café caliente.
Fueron semanas enteras en que el bobo entraba y preguntaba día tras día:
-Señor buenas, ¿tiene café frío?
Y volvía a responder el paciente panadero:
-No Tanainas, no hay café frío.
Un día el hombre decide quitarse al bobo de encima con tanta preguntadera, así que enfría un café al punto de dejarlo casi congelado. Preciso, a la misma hora de siempre, como todos los últimos días el bobo entra y pregunta:
-Señor buenas, ¿tiene café frío?
El panadero contesta contento:
-Si Tanainas, ¡si hay café frío!
El bobo entonces añade:
-¿Me hace el favor y me calienta uno?
La señora enojada en el bus
La señora algo entrada en años va en el autobús. Timbra para bajarse pero el conductor parece no oírla así que sigue derecho. La mujer se enoja y le dice:
-!Oiga, ¿Me va a llevar a su casa o qué?
A lo que contesta tranquilo el conductor:
-No señora, ¡No la puedo llevar a mi casa pues allí no coleccionamos antigüedades!






