Un hombre perfecto, muy perfecto se enamoró de una mujer perfecta, muy perfecta, el amor fue perfecto y perfectamente se casaron. Se fueron a la luna de miel por tierra por las heladas tierras del norte del globo terráqueo. Perfectamente diseñada la primera noche de bodas empieza con el recorrido hacia una pequeña y perfecta cabaña donde se consumaría perfectamente el amor de aquel matrimonio perfecto.
La perfección se dañó cuando desde su auto ven en medio de la congelada carretera a Santa Claus que llora desconsoladamente pues su trineo se ha dañado. El matrimonio perfecto auxilian a Santa y con su auto llevan al gordo congelado de frío y su trineo a reparar para que pudiera seguir repartiendo regalos por el mundo, lamentablemente el auto se fue a un precipicio muy profundo debido a la nevada.
Pregunta, ¿Quién de los tres sobrevivió?
Respuesta: Ninguno. La historia es pura ficción pues Santa Claus no existe… ¡Tampoco el matrimonio perfecto!
El pesebre…
La suegra no para de llamar insistentemente al yerno, lo busca por todas partes hasta que finalmente el hombre decide contestar la llamada:
-¿Qué pasa suegra?
-Tú, ¿Es que no piensas venir en noche buena?
-¡Uy suegra! ¡Pero no sabía que me tenía tanto aprecio! ¿Por qué tanto afán de que esté allí compartiendo con ustedes?
-¡Porque a mi me gusta tener el pesebre completo y necesito que esté el burro!