GayoTapao está pidiendo limosna así empieza su año laboral. En el piso tiene un letrero: “soy ciego”.
Pasa un tipo y le tira una moneda que cae al piso, GayoTapao la recoge y la echa en el tarrito. El tipo dándose cuenta le recrimina:
-¡Ajá!, ¡tu no eres ciego, eres un ladrón!
–No señor, ¡lo que pasa es que el ciego no pudo venir hoy y lo estoy reemplazando!
–¿Y usted quién es?
–¡El mudo de la otra cuadra!
La colada…
La ancianita se ha colado en la larga fila del banco, así que la gente empieza a gritarle cosas y a mostrarle su descontento, GaYoTapao sale en su defensa y les dice:
-¡Déjenla que ahorre el poco tiempo que le queda!