El camionero estaba muy enamorado de una muchacha del pueblo que por más que había intentado conquistar aún no había logrado hacerla su novia. Aquella noche la recogió a la salida del pueblo y conforme avanzaron por la carretera él empezó a insistirle en que aceptara su propuesta romántica. La chica estuvo renuente al comienzo del recorrido pero la capacidad de convencimiento del tipo hace que finalmente ella acceda a ser su novia. Obviamente lo primero que el novio pide es un beso. La chica le responde:
-Bueno un beso, pero aquí en la cabina no que todo mundo nos ve.
-Pues si no es aquí en la cabina nos tocará debajo del camión.
-Pues vámonos debajo del camión y allá me das el primer besito.
Se bajan del camión se meten debajo, allí el camionero no solo le da uno, sino mucho besos. La muchacha se emociona y le dice:
-!Ay yo no sabía que eras así de amoroso! ¡Ya estoy viendo las estrellas!
A lo que el conductor dice asustado:
-¡Bruta! ¡Me robaron el camión!
La última voluntad…
Se murió una tía del bobo Tanainas. Están citados todos los deudos para que asistan a la sala de velación. Para su sorpresa cuando abren la puerta se encuentran que el bobo tiene el cadáver de la tía embadurnado de crema. Con un enorme tarro no para de untarle por todas parte del cuerpo grandes cantidades de crema, así que le preguntan aterrados:
-¡Tanainas! ¿Qué estás haciendo?
-¡Cumpliendo la última voluntad de la tía!
-¿Cumpliendo la última voluntad de la tía? ¿Y cuál era?
-Que al morir la «cremaran».






