En la piscina. Es la primera vez que los GayoTapaos logran tener vacaciones. Uno le dice al otro que está a punto de tirarse desde el trampolín:
-¡Uy GayoTapao! ¡Pareces un águila!
-¿Por qué? ¿Por la manera como me paro en el trampolín?
-No. ¡Por la uñas de los pies!
El pordiosero generoso
GayoTapao está pidiendo limosna así empieza su año laboral. En el piso tiene un letrero: “soy ciego”.
Pasa un tipo y le tira una moneda que cae al piso, GayoTapao la recoge y la echa en el tarrito. El tipo dándose cuenta le recrimina:
-¡Ajá!, ¡tu no eres ciego, eres un ladrón!
–No señor, ¡lo que pasa es que el ciego no pudo venir hoy y lo estoy reemplazando!
–¿Y usted quién es?
–¡El mudo de la otra cuadra!